Están en todas partes: en casa, la escuela, medios de transporte, clubes y playas. «Adoran» a la gente, especialmente a los niños- que les resultan ideales para trasladarse-, y a mujeres y hombres hasta 25 años.
No existe prevención definitiva. Lo mejor es revisar la cabellera de niños y adultos -incluyendo la zona un poco más retirada del cuero cabelludo- dos o tres veces por semana en cualquier época del año.
Antes de utilizar un producto contra la pediculosis, tenga en cuenta que puede resultar tóxico. La sustancia llamada permetrina es ineficaz y produce pérdida del olfato a través de sucesivas exposiciones.
Una buena forma de retirar lo piojos es con el cabello húmedo, una lupa y un peine fino de metal; para las liendres es muy eficaz el vinagre blanco tibio. Asimismo, los huevos vacíos están indicando que el piojo ya nació: es cuestión de comenzar a buscarlo.
Recuerde que, aunque los chicos no sientan picazón, un estado emocional inestable o ganglios inflamados puede ser los primeros síntomas de la presencia de piojos y que no quitarlos a tiempo puede provocar infecciones.