Variantes para un chal

Los modelos varían; pueden ser rectangulares, triangulares o cuadrados, pero siempre son muy amplios y de géneros con buena caída.

Si bien la manera más convencional de colocar un chal rectangular, por ejemplo, es cubriendo la espalda y los hombros, también pueden colocarse de otras formas para innovar cada equipo.

Así, los de géneros más firmes quedan espléndidos si se les hace un nudo flojo de una sola vuelta en el centro, sobre el busto; o bien, si se le hace un doblez (tipo solapa corrida) en la zona que irá en el cuello y se prende adelante con un broche acorde con el estilo del chal.

Por su parte, los más livianos, como los de seda o crepé, quedan muy lindos en la posición inversa a la tradicional; es decir, cubriendo el torso, los hombros y con sus extremos hacia atrás. También, tipo bufanda con uno de los extremos en el frente y el otro sobre la espalda.

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