Mezcle una yema de huevo con una cucharadita de aceite. Aplique sobre el rostro, deje actuar durante 20 minutos y retire con agua tibia. Su piel quedará suave y radiante.
Mezcle una yema de huevo con una cucharadita de aceite. Aplique sobre el rostro, deje actuar durante 20 minutos y retire con agua tibia. Su piel quedará suave y radiante.