Como muchos otros, la simpatía es un don natural que hace a las personas comunicativas, sociales y alegres. Observar a quienes nos rodean nos permitirá detectar los gestos, las actitudes y hasta los movimientos del cuerpo que definen a una personalidad extrovertida.
Según las teorías de los que saben, sentirnos a gusto con nosotras mismas es una de las claves para, a su vez, poder expresarlo con los demás. Tener el valor de mostrarnos tal cual somos genera confianza y bienestar en quienes nos rodea que, así se sentirán relajados y a gusto.
El lenguajes de los gestos suele ser tan fuerte en nuestra imagen como las actitudes. Entonces, hablar mirando a los ojos, demostrar interés genuino en lo que nos están contando y sonreír nos ayudará en esta cruzada a favor de la simpatía.
Por último, recuerde que un toque de ironía y buen humor son armas infalibles no sólo para resultar extravertidas, sino también para afrontar la vida con buena onda y optimismo. Anímese a poner en práctica estas sugerencias y dedíquese a disfrutar los cambios.