Si no se dispone del tradicional utensilio, nada más fácil que poner el cuello de la botella debajo de la canilla de agua caliente. El calor dilatará el vidrio y el corcho saldrá con facilidad.
Si no se dispone del tradicional utensilio, nada más fácil que poner el cuello de la botella debajo de la canilla de agua caliente. El calor dilatará el vidrio y el corcho saldrá con facilidad.