Con unos pocos toques mágicos y sin gastar demasiado puede adaptar su dormitorio al acogedor estilo mediterráneo. El blanco y el azul son los colores que más lo identifican. Sin embargo, también pueden utilizarse colores brillantes como el amarillo, anaranjado, rojo y verde para dar toques de calidez.
Si piensa incluir guardas en la decoración, tenga en cuenta que este estilo suele incluir más que nada hojas de acanto y racimos de uvas como símbolo de abundancia. Los azulejos pintados con estos elementos en distintos matices de celeste sobre el blanco son muy representativos de este estilo.
También es importante recordar que las líneas de este estilo deben ser especialmente simples y cálidas para que el efecto sea completo.
Si las paredes son blancas bastará con colocar un acolchado de tonos azules y completar el efecto con cortinas blancas, para dar luminosidad y almohadones que
den un toque alegre con tonos un poco más fuertes.
Ahora, solamente imagínese que detrás de la ventana se encuentra el mar.