La autodisciplina sirve tanto para llevar una vida independiente como para tomar decisiones que pueden implicar jugar menos en determinado momento para sentirse luego más satisfechos consigo mismo. Si sus hijos necesitan una ayuda en ese sentido, establezca reglas claras, sencillas y realizables acerca de su relación entre ellos, con los padres, con los demás y con las tareas de la casa.
Por ejemplo: ordenar los juguetes al terminar de usarlos, acudir al llamado de los padres, hacer los deberes al llegar de la escuela o llevarse bien con los hermanos.
Cuando las normas sena conocidas, establezca penitencias, nunca castigos corporales o demasiados severos, para cuando alguien rompe una regla y hágalos respetar. También felicítelo si responde adecuadamente.
Tanto las reglas como los castigos deberán amoldarse a las edades de los chicos. Poco a poco las irán incorporando a sus vida diaria y se sentirán más seguros de sí mismo.