Su piel blanca, pero sus ojos y su cabello son negros o cafés muy oscuros. Le quedan espléndidos el negro, el blanco y el colorado, así como también la gama de los verdes y de los azules. Al igual que la mujer otoño debe evitar el color beige y el marrón.
Camisas, camperas y suéteres se tiñen de naranja, morado, verde y de los más diversos colores llamativos para acompañar el estilo de las mujeres de piel aceitunada o trigueña, cabello castaño y ojos marrones. Estos son los favoritos, ya que los tonos beige y amarronados tienden a opacar sus rasgos.
Calor, mucho calor, que se identifica con el cabello rubio o castaño ceniza y con los ojos miel o algo más verdosos. En este caso, los colores más apropiados para sus prendas de vestir son el rosado, el lavanda o el violeta, el azul y el colorado, aunque no quedan descartados los anaranjados y el … Leer consejo
Responde al típico estilo nórdico. Su piel es muy blanca su cabello rubio y sus ojos claros, ya sean grises, verdes o azules. Los tonos que mejor le sientan son los pasteles, como el rosado, el celeste, el beige y el lila. También les quedan bien los azules, el verde oscuro y los tonos tierra. … Leer consejo
Adiós a los tonos neutros: Ya el negro y el gris se usaron hasta el hartazgo; es hora de desterrarlos y animarse a los colores intensos, arriesgados y luminosos. Fucsia, turquesa y colorado son preferidos. Bijou en su justa medida: No es necesario llevar varios collares, anillos y pulseas. Sólo un detalle para acompañar un … Leer consejo
Coloque en un recipiente la parte manchada de la camisa y eche un chorrito de alcohol fino sobre la prenda hasta cubrirla. Déjela en reposo 5 minutos. Notará que muy rápidamente la mancha va despareciendo. Si se resiste, pásele un cepillo. Luego, enjuague con agua. Recién después de este paso lávela con jabón como acostumbre.
En un bol ponga agua y vinagre en partes iguales. Humedezca un paño sobre esta preparación y páselo sobre el elemento a limpiar. Seque con otro paño. Pásele vaselina líquida con cáscara de banana y lustre con un trapo de lana.
Si se olvidó la plancha de viaje o debido a un desperfecto dejó de funcionar no se preocupe. Humedezca las zonas arrugadas de la prenda, extiéndala sobre una superficie plana y vaya pasando el secador de pelo por tramos pequeños. Además, estire con la mano hasta que las arrugas desaparezcan.
Coloque de un lado de la tela un papel absorbente y, por el otro, pase un algodón embebido en acetona. Si se trata de un género como el acetato o el rayón conviene usar acetato amílico.
Quite primero el exceso de producto y luego, remoje en una solución de amoníaco en una proporción de una cucharadita por medio litro de agua fría. Por último, lave la prenda como de costumbre.