Su piel blanca, pero sus ojos y su cabello son negros o cafés muy oscuros. Le quedan espléndidos el negro, el blanco y el colorado, así como también la gama de los verdes y de los azules. Al igual que la mujer otoño debe evitar el color beige y el marrón.
Camisas, camperas y suéteres se tiñen de naranja, morado, verde y de los más diversos colores llamativos para acompañar el estilo de las mujeres de piel aceitunada o trigueña, cabello castaño y ojos marrones. Estos son los favoritos, ya que los tonos beige y amarronados tienden a opacar sus rasgos.
Calor, mucho calor, que se identifica con el cabello rubio o castaño ceniza y con los ojos miel o algo más verdosos. En este caso, los colores más apropiados para sus prendas de vestir son el rosado, el lavanda o el violeta, el azul y el colorado, aunque no quedan descartados los anaranjados y el … Leer consejo
Responde al típico estilo nórdico. Su piel es muy blanca su cabello rubio y sus ojos claros, ya sean grises, verdes o azules. Los tonos que mejor le sientan son los pasteles, como el rosado, el celeste, el beige y el lila. También les quedan bien los azules, el verde oscuro y los tonos tierra. … Leer consejo
Adiós a los tonos neutros: Ya el negro y el gris se usaron hasta el hartazgo; es hora de desterrarlos y animarse a los colores intensos, arriesgados y luminosos. Fucsia, turquesa y colorado son preferidos. Bijou en su justa medida: No es necesario llevar varios collares, anillos y pulseas. Sólo un detalle para acompañar un … Leer consejo
Para no llegar a sufrir en dichos período, lo cual hasta puede afectar el humor; es fundamental seguir algunos hábitos; como el evitar en la semana anterior al periodo, el consumo de la sal, ya que ésta hace su organismo retenga líquidos y eso empeora bastante las cosas. También evite las golosinas y déjese tentar … Leer consejo
Licue una banana trozada con un chorrito de agua. Luego, añada el contenido de un sobrecito de gelatina sin sabor, mezcle y extienda sobre toda la cada. Deje actuar unos veinte minutos y retire con un trapo humedecido en agua.
Pise siete ciruelas rojas, sume unas seis gotas de aceite de almendras dulces y aplique sobre el cutis. Pasados los veinte minutos, retire con agua de rosas.
Triture un puñado de hojas de perejil, viértalo en una taza y agregue agua fría. Deje macerar durante un día y, luego, aplique el líquido sobre la piel limpia y seca.
En un poco de agua, hierva algunas hojas de lechuga. Añada una cucharadita de bicarbonato de sodio, vierta en un recipiente y guarde en la heladera. Una vez tibio, retire y embeba algunos paños en la preparación. Aplique sobre toda la cara, deje actuar durante unos veite minutos y retire los paños.