Es uno de los problemas más habituales. No demasiadas especies vegetales toleran los rayos directos del sol sumados al efecto constante del viento. Sin embargo, con estas pautas básicas usted podrá crear en un balcón problemático una atmósfera muy colorida.
El secreto fundamental está en elegir plantas más bien rústicas y resistentes a las temperaturas y combinarlas con otras plantas que se adapten al movimiento del viento. Es por ello que muchas personas optan (acertadamente) por especies como la lavanda, el jazmín celeste, los geranios, las margaritas amarillas y las cinerarias candidíssima y utiliza, para reparar del viento y dar marco al conjunto, algunas cañas estratégicamente ubicadas.
Para cubrir los macetones de barro, lo ideal es recurrir a los cubresuelos sedum sp., capaces de tolerar en perfectas condiciones la acción del viento y del sol.
Otra de las claves para mantener el espacio siempre colorido es el riego casi constante, ya que, como todo sabemos, el sol y el viento tienden a resecar las plantas.
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