Cuidados especiales para bulbos

Los bulbos son fuentes inagotables de flores. Para que puedan ser útiles durante mucho tiempo requieren algunos cuidados. Por ejemplo, después de algunos años los terrones se apiñan y aparecen bulbos paralelos. Si quiere evitar que eso ocurra, conviene levantarlos después de la floración, guardarlos en arena en un lugar seco y fresco y volver a cultivarlos en el próximo otoño.

Si durante la época de floración advierte algunos bulbos débiles márquelos con una caña. De esa manera una vez que se marchiten podrá identificarlos fácilmente y levantarlos para que den lugar a otros más sanos.

Para levantar los terrones utilice una horquilla de mano grande. Colóquela en la tierra a 45 grados y trate de no pinchar los bulbos, descarte los que estén dañados y guarde los sanos para volver a cultivar.

No descarte los bulbos paralelos que se forman de los más grandes. Sepárelos cuidadosamente y estimule su crecimiento con fertilizante para hojas. Luego plántelos en un lugar aparte hasta que se hayan desarrollado completamente.

En el caso de los bulbos que tienen escamas, como, por ejemplo, los lirios, recupere las más saludables, que seguramente tendrán pequeños bulbitos con raíces en uno de los extremos. Colóquelos en una bolsa con azufre y agite bien. Luego páselos a otra bolsa con turba y perlita. Cierre y deje en la oscuridad durante tres meses. Luego cultive las escamas en macetas con una mezcla más bien arenosa.

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